Los adictos al juego tienen más riesgo de enfermar

Las opciones que nos ofrece la sociedad para cubrir nuestro tiempo libre son infinitas, pero hay que ser conscientes de los riesgos y peligros que conlleban algunas de esas actividades. Las apuestas pueden causar problemas finacieros o incluso rupturas familiares, aunque recientemente se ha descubierto que este tipo de actividades también afectan a la salud.

Un estudio realizado en la Universidad de Connecticut en Farmington, Estados Unidos, ha demostrado que los individuos que no pueden controlar su adicción por el juego son más propensos a padecer enfermedades físicas. Además, suele coincidir con el consumo excesivo de drogas, la ansiedad, u otros trastornos mentales.

La dependencia del juego, que científicamente se denomina ludopatía, está considerada por los especialistas como una afección mental, aunque muchas personas que la sufren no son conscientes de ella, o no quieren serlo.

Antiguamente, los juegos de apuestas han formado parte de la actividad recreativa de muchas sociedades. Por ello, muchas veces nuestra actitud ante este tipo de problemas es consecuencia de la ignorancia del riesgo que existe. La mayor parte de los individuos implicados siguen opinando que el juego es un "vicio sano" y no una dependencia grave, que debe ser tratada por un profesional.

En un artículo de Patricia Matey sobre la adicción del juego, Jerónimo Saiz, jefe del Servicio de Psiquiatría del hospital Ramón y Cajal de Madrid, definió la ludopatía como "un trastorno compulsivo de la conducta que convierte a quien lo padece, de forma crónica y progresiva,
en un individuo incapaz de resistir los impulsos de jugar".

La revista Psychosomatic Medicine publicó en un artículo los resultados de las investigaciones, que se realizaron en la Universidad de Connecticut, donde expusieron que los ludópatas están más expuestos a padecer enfermedades hepáticas, hipertensión y alta frecuencia cardiaca.

Esta actividad, según Reuters Health, se convierte en un trastorno psiquiátrico cuando "una persona reúne al menos cinco de diez criterios diagnósticos, como la preocupación por el juego, la necesidad de hacer apuestas mayores para excitarse y mentirle a la familia para ocultar su adicción". Estas pautas identificativas se pueden ampliar en ludopatípa.es, donde facilitan un cuadro con más criterios diagnósticos del jugador patológico.

Una cosa es obvia, nada es bueno con excesos. Las tragaperas, los casinos, o las cartas pueden convertirse en un problema serio si no se asume como lo que es, un juego. No obstante, si ese tipo de actividades no son de tu agrado, puedes mantenerte ocupado con pasatiempos, agilizan tu mente.