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domingo, enero 14, 2007

Febrero y sus exámenes

Las últimas semanas de enero y el mes de febrero es un calvario continuo para muchos universitarios y estudiantes. Las prisas, la angustia y el estrés se apoderan de su vida. La causa de este estado anímico hay que buscarla en la palabra "EXÁMENES".

A pesar de este estado de nervios generalizado, cada persona es un mundo. Hay estudiantes que viven esta época sin muchas adversidades. "No suelen afectarme en absoluto. Los afronto con demasiada tranquilidad, sólo noto algún tipo de nerviosismo la noche de antes o la misma mañana del examen", comenta un estudiante de 2º de económicas en Zaragoza.

La actuación del caso anterior no es lo más usual, aunque las reacciones que tienen los estudiante pueden ser muy heterogéneas. Dos estudiantes de enfermería reconocen que los exámenes les afectan bastante. "Me pongo muy nerviosa y noto molestias en el estómago", explica una, en cambio, la otra siente una gran necesidad de comer chocolate compulsivamente.

Los psicólogos y los pedagogos han realizado diversos estudios para intentar ayudar a los estudiantes a soportar mejor este periodo. Existen numerosas técnicas, la mayoría de relajación, pero éstas no siempre son eficaces en todas las personas.

Cada universitario y estudiante vive estos días de exámenes de una manera diferente. "Yo intento afrontarlos con un toque de humor extra, intentando concentrarme y siendo positiva", apunta una estudiante de 3º de publicidad y relaciones públicas en Segovia. Aunque también confiesa que reduce horas de sueño y se nota más cansada.

Los desajustes alimenticios y del sueño están a la orden del día durante los exámenes. Por eso, este periodo se hace tan duro para la mayoría. Este es el caso de una estudiante de 3º de magisterio infantil, "Me pongo muy nerviosa y me agobio en seguida. Aunque haya estudiado tengo la sensación de que no me van a salir bien y casi no duermo por las noches".

La falta de preocupación por su salud, el consumo de cafeína, tabaco o sustancias excitantes, unido al estrés del día a día, provoca un mal estar en el organismo que agudiza síntomas como cansancio o ansiedad.
No dejéis de comer ni dormir, y, sobre todo, tener a mano estos días alimentos energéticos como chocolate o frutos secos, os ayudarán.

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