¿Cuál es la eficacia de huelgas y manifestaciones?

 

Manifestación Huesca

"La política es el arte de buscar problemas, encontrarlos, hacer un diagnóstico falso y aplicar después los remedios equivocados". Esta frase, del actor estadounidense Groucho Marx,  representa bastante bien las protestas de muchos españoles que hoy han salido a la calle para expresar su descontento con el Gobierno. Esta es la segunda huelga general que se ha convocado durante el 2012. Un hecho que, indudablemente, llama la atención porque no es habitual en la historia de España.

Esto no quiere decir que no existan razones suficientes para que se convoquen movilizaciones y manifestaciones a diario. Cada uno, según sus experiencias personales, es libre de expresar su opinión, derecho recogido en el punto 1.a) del artículo 20 la Constitución Española. Siempre que ello no perjudique derechos de otras personas.  

La crisis, el desempleo, los bancos, los impuestos son términos muy manidos. Por ello, no pretendo enumerar de nuevo los problemas que preocupan a los ciudadanos españoles, sino hacer mención a las movilizaciones de hoy porque, entiendo, que es un hecho relevante para este país.



Movilización general Huesca

Asimismo, aprovecho para comentar algunos aspectos relacionados con el derecho a hacer huelga y a manifestarse, recogidos en el artículo 28 de la Constitución Española.

A pesar de que son uno de los pocos instrumentos que tiene el ciudadano para demostrar su descontento, pienso que es necesario un cambio de mecanisnos de protesta.
¿Son eficaces las huelgas y las manifestaciones?



Hay que recordar, por ejemplo, la poca repercusión que tuvieron las manifestaciones realizadas en contra de que España participara en la guerra de Iraq. El gobierno hizo caso omiso a estas protestas.
 

Además, en muchos casos no son representativas porque algunas personas no pueden apoyar por miedo a que sus jefes tomen represalias. Por eso creo que hay que reflexionar sobre su utilidad real. Quizás, no sólo sea cuestión de modificar el sistema sino también la propia clase política, como muchos ciudadanos comentan. 

También me gustaría hacer mención a una frase que he encontrado en Proverbia. "El político se convierte en estadista cuando comienza a pensar en las próximas generaciones y no en las próximas elecciones" (Winston Churchill).
 

Os animo a que plasméis vuestras opiniones sobre la repercusión que las movilizaciones tienen, hoy en día, en las decisiones políticas. Más adelante detallaré en comunicateconlara algunas deficiencias de estos instrumentos de descontento.