Unos investigadores candienses han llegado a la conclusión de que existen diferencias muy relevantes entre los adjetivos cansado y fatigado o exhausto. La agencia Reuters Health explicó en un artículo que hace unos años que estos especialistas estudian la fatiga en diversas poblaciones.
La doctora Karin Olson, de la Escuela de Enfermería de la University of Alberta, redefinió fatiga y cansancio teniendo en cuenta los resultados de estas investigaciones, que fueron publicados en la última edición de Oncology Nursing Forum.
Las personas que están cansadas aún tienen una reserva de energía, pero pueden sufrir olvidos, impaciencia y debilidad muscular tras una jornada laboral, lo que puede aliviarse con descanso, explicó la doctora.
En cambio, la fatiga causa dificultad para concentrarse, ansiedad, reducción gradual de la estamina, problemas para dormir y mayor sensibilidad a la luz. Además, los individuos que la experimentan suelen evitar los compromisos sociales que solían considerar importantes.
Olson, también apuntó los efectos característicos del agotamiento, como sentir confusión parecida al delirio, alteración emocional, pérdida repentina de la energía, problemas para permanecer despierto y dormir, y un retraimiento social absoluto.
No reconocer ni establecer una clara diferencia entre el cansancio, la fatiga y el agotamiento puede crear confusión y ser peligroso. Además, la aplicación de enfoques inadecuados para solventar el problema podría agravar la situación.
Por ejemplo, la especialista mencionó que, a pesar de que el ejercicio puede aliviar el cansancio, también podría reducir la capacidad de adaptación en las personas que padecen fatiga o agotamiento.
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